Los adultos mayores aportan muchas experiencias de vida, sabiduría y curiosidad al entorno de aprendizaje. Sin embargo, también pueden enfrentar desafíos relacionados con la salud física, cambios sensoriales y la alfabetización tecnológica. Los educadores son responsables de crear experiencias de taller inclusivas y de apoyo que empoderen a los adultos mayores para continuar su viaje de aprendizaje y mantener un compromiso activo en sus comunidades.

Esta sección profundizará en principios clave como la accesibilidad, la comunicación, la participación y la flexibilidad. Al comprender y aplicar estos principios, los facilitadores de los talleres REMIND podrán crear experiencias de aprendizaje dinámicas y enriquecedoras que resuenen con los participantes mayores.

Principios generales del diseño de talleres para adultos mayores

Al diseñar talleres específicamente diseñados para adultos mayores, es esencial tener en cuenta sus características, necesidades y preferencias únicas. Estos son algunos principios que se debe tener en cuenta:

Garantizar la accesibilidad: Asegurarse de que el lugar del taller sea fácilmente accesible y alcanzable. Algunos ejemplos son la accesibilidad de los baños y el hecho de que el lugar esté cerca del transporte público. El lugar debe estar bien iluminado y ser cómodo para los adultos mayores. Además, se deben considerar factores como la distribución de los asientos. Por ejemplo, cambia las almohadas en el suelo por sillas cómodas y estables.

Respetar las diferencias individuales: reconocer y respetar los diversos antecedentes, experiencias y habilidades de los participantes adultos mayores. Adapta tu enfoque de enseñanza para acomodar a los diferentes estilos y preferencias de aprendizaje. Respeta la autonomía de los alumnos y permite la exploración y la toma de decisiones autodirigidas. Más adelante, explicaremos formas de hacerlo.

Fomentar una comunicación clara: Ten en cuenta los cambios sensoriales, como las deficiencias auditivas o visuales, que pueden ocurrir con la edad. Utiliza un lenguaje claro y conciso, evitando la jerga o la terminología compleja. Habla a un ritmo y volumen moderados y proporciona oportunidades para aclarar o repetir si es necesario. Estas estrategias ayudarán a las personas con deterioro de la memoria (por ejemplo, debido a demencia o Alzheimer) o discapacidad auditiva. Utiliza ayudas visuales, tipografías grandes y sistemas de amplificación de audio para mejorar la accesibilidad de los adultos mayores con problemas sensoriales.

Fomentar la participación y la colaboración activas durante todo el taller: incorpora actividades interactivas, debates y ejercicios prácticos para estimular el interés y la participación. Asegúrate de que el contenido del taller sea relevante y práctico para la vida cotidiana de los adultos mayores. Céntrate en temas significativos y aplicables, como la salud, la comunidad, la soledad o (la falta de) habilidades tecnológicas.

Se flexible, adaptable y abierto a los comentarios en el diseño de su taller: adapta las diversas necesidades y preferencias de los participantes adultos mayores y prepárate para modificar las actividades o el ritmo según sea necesario para garantizar la inclusión y el compromiso. Solicita comentarios de los participantes a lo largo del taller y fomenta la reflexión sobre sus experiencias de aprendizaje. Utiliza estos comentarios para mejorar el diseño y la realización del taller para futuras sesiones. ¡Están juntos en este viaje!

Difusión: Cómo y dónde anunciar un taller para adultos mayores

La publicidad de un curso de mindfulness para adultos mayores requiere mensajes atentos y estrategias de divulgación específicas para captar su interés y fomentar la participación. Estas son algunas formas efectivas de promover dicho curso entre las personas mayores:

Centros comunitarios y organizaciones de personas mayores: Asóciate con centros comunitarios locales, centros de personas mayores y comunidades de jubilados para promocionar el curso. Distribuye volantes, carteles o folletos en zonas comunitarias e involucra a los miembros del personal para difundir la información entre sus miembros. Recuerda adaptar el diseño del material de acuerdo con tu grupo objetivo. (Más información a continuación)

Publicaciones dirigidas a personas mayores: Anuncia el curso en periódicos, revistas o boletines informativos que atiendan a adultos mayores. Considera colocar anuncios en publicaciones orientadas explícitamente a temas de salud, bienestar o estilo de vida.

De boca en boca: ¡No descarte el potencial de los participantes satisfechos! Las recomendaciones personales y los testimonios pueden motivar a que los adultos mayores se unan al curso.

Plataformas en línea: Utiliza plataformas en línea y canales de redes sociales populares entre los adultos mayores, como Facebook, Twitter o foros comunitarios. Crea publicaciones o anuncios atractivos que destaquen los beneficios del mindfulness y la relevancia del curso para sus vidas. Pero, de nuevo, ten en cuenta las necesidades del grupo destinatario al diseñar las publicaciones.

Eventos y talleres locales: Asiste a eventos locales, ferias de salud o talleres dirigidos a adultos mayores para promover el curso REMIND. Organiza un quiosco o una mesa con materiales informativos e involucra a los participantes en conversaciones sobre los beneficios del mindfulness para envejecer bien.

Principios de diseño: al diseñar anuncios para promover un curso de mindfulness para adultos mayores, es importante tener en cuenta sus preferencias, intereses y estilos de comunicación. Estos son algunos elementos esenciales a tener en cuenta:

• Tipografías y tamaños de letra legibles: Utiliza tipografías y tamaños de letra que sean fáciles de leer, especialmente para los adultos mayores con problemas de visión. Evita las tipografías decorativas o los tamaños de letra pequeños que podrían ser difíciles de descifrar.
• Diseño limpio y ordenado: Mantén el diseño limpio y ordenado para evitar abrumar a las personas mayores con demasiada información. Usa mucho espacio en blanco para ayudar a centrar la atención en elementos clave como el título del curso, la fecha y la ubicación.
• Colores con alto contraste: Elige colores con alto contraste para el texto y el fondo para mejorar la legibilidad, especialmente para los adultos mayores con discapacidades visuales o deficiencias en la visión del color. Por ejemplo, usa texto oscuro sobre un fondo claro o viceversa para garantizar la legibilidad.
• Imágenes relevantes y atractivas: Elige imágenes que sean relevantes y atractivas para los adultos mayores. En términos de mindfulness, podrían ser escenas de naturaleza serena, entornos tranquilos o personas (¡incluidas las personas mayores!) que practican actividades de mindfulness. Evita el uso de imágenes demasiado complejas o abstractas que puedan ser difíciles de interpretar.
• Mensaje dirigido: El mensaje de tus folletos, carteles, publicaciones, etc., debe dirigirse directamente a las necesidades, intereses y aspiraciones de los adultos mayores. Utiliza un lenguaje inclusivo, respetuoso y empático, enfatizando los beneficios del mindfulness para mejorar el bienestar, reducir el estrés y promover una sensación de calma y satisfacción.
• Opciones de contacto: Proporciona múltiples opciones de contacto, como números de teléfono, direcciones de correo electrónico o URL del sitio web, para que los adultos mayores se pongan en contacto o pregunten sobre el curso. Asegúrate de que la información de contacto sea fácil de encontrar y que se muestre de forma destacada en el anuncio.

Ver recurso: Hacer legible el texto – Diseño para personas con visión parcial

Diseñar talleres REMIND a medida para atender a los adultos mayores

Crear un taller de mindfulness adaptado a personas mayores significa que debemos aplicar los principios anteriores a las prácticas de mindfulness: una cuidadosa consideración de la comodidad física, las habilidades cognitivas, las experiencias y realidades únicas de la vida. Por lo tanto, cuando planifiques los talleres, ten en cuenta los puntos a continuación.

Echa un vistazo a la hoja de trabajo: Adaptación de tu taller de minfulness para un público de edad avanzada

Ya hemos tratado las condiciones especiales anteriores: elegir un lugar cómodo y accesible con la disposición adecuada de los asientos, asegurar que los adultos mayores puedan participar con comodidad. Considera proporcionar cojines o sillas estables con soporte para la espalda para adaptarse a los desafíos de movilidad o flexibilidad. Al planificar las sesiones, debes tener en cuenta las habilidades físicas de los participantes de edad avanzada. Estas son algunas prácticas que sugerimos incorporar:

• Para promover la relajación, la reducción del estrés y la conciencia del momento presente, incorpora ejercicios de respiración consciente como una práctica fundamental en el taller. Son un gran comienzo; casi cualquier persona puede seguir técnicas simples como la respiración profunda abdominal o contar las respiraciones.
• Integrar prácticas de movimientos suaves como yoga en silla, tai chi o ejercicios simples de estiramiento. Estas actividades ayudan a mejorar la flexibilidad, el equilibrio y el bienestar general.
• Ofrecer sesiones de meditación guiada adaptadas a las necesidades y preferencias de los participantes de edad avanzada. Elige ejercicios de meditación que se centren en la relajación, la gratitud, la autocompasión o la conciencia corporal. Proporcione una guía suave a lo largo de la práctica.
• Involucrar los sentidos a través de prácticas de mindfulness que impliquen conciencia sensorial, como comer de manera consciente, escuchar música relajante o notar las sensaciones corporales. Incorpora movimientos conscientes y prácticas de caminar en el taller, permitiendo que los participantes se conecten con sus cuerpos y su entorno. Dirige ejercicios de caminata consciente en un entorno seguro y de apoyo, animando a los participantes a notar las sensaciones en sus pies, piernas y respiración mientras se mueven. Fomenta que los participantes exploren cada experiencia sensorial con curiosidad y apertura.
• Ayudar a los participantes mientras forman una práctica realista y duradera mostrándoles cómo integrar el mindfulness en su vida diaria. Ofrece consejos prácticos y estrategias para incorporar prácticas de mindfulness en las actividades rutinarias. Proporciona recursos como grabaciones de meditación guiada, aplicaciones de mindfulness o materiales impresos para una mayor exploración y práctica en casa.

Utiliza un lenguaje claro y conciso durante las sesiones al proporcionar instrucciones. Desglosa las técnicas en pasos simples, evitando terminología compleja o conceptos abstractos. Demuestra cada práctica de manera lenta y clara, permitiendo que los participantes sigan cómodamente. También debes estar preparado para adaptar las prácticas de mindfulness a las necesidades y habilidades de tus participantes. Ofrece modificaciones o alternativas para participantes con limitaciones físicas o discapacidades sensoriales, asegurando que todos puedan participar cómodamente.

Recuerda que la retroalimentación es tu amiga. Proporciona oportunidades para la reflexión y el intercambio de experiencias a lo largo del taller, permitiendo que los participantes expresen sus pensamientos, emociones e ideas relacionadas con las prácticas de mindfulness. Esto te ayudará a mejorar tu trabajo y a fomentar un sentido de comunidad y conexión.

En los siguientes apartados de esta lección, discutiremos la construcción de entornos y comunidades de taller inclusivos.

Ejercicio:

Preguntas Reflexivas

• ¿Cuáles fueron las consideraciones clave que tuviste en cuenta al adaptar los ejercicios?
• ¿Cómo abordan las modificaciones que hiciste las necesidades específicas de las personas mayores?
• ¿Te sientes confiado de tu capacidad para modificar los ejercicios para diferentes necesidades y qué apoyo adicional podrías necesitar?

Comprender y abordar los desafíos en las actividades diarias es fundamental para mejorar la calidad de vida de las personas que pueden enfrentar dificultades en sus rutinas diarias. Estos desafíos pueden surgir de una variedad de factores, que incluyen discapacidades físicas, enfermedades crónicas y barreras sociales. Por ejemplo, las dificultades en la movilidad pueden restringir la capacidad de moverse de forma independiente, mientras que los desafíos en la comunicación pueden obstaculizar las interacciones sociales y las conexiones con los demás. 

Además, las personas con limitaciones de actividad también pueden encontrar varias barreras sociales que exacerban aún más sus dificultades en la vida diaria. Estas barreras incluyen infraestructura inaccesible, actitudes discriminatorias y carencia de servicios de apoyo. Estas barreras sociales pueden crear desafíos y obstáculos adicionales cuando se combinan con factores personales como condiciones de salud o discapacidades. 

Además de enfrentar los desafíos inmediatos, también es importante considerar los determinantes sociales más amplios de la salud y el bienestar que pueden afectar a las personas con limitaciones de actividad. Estos determinantes incluyen el acceso a la educación, las oportunidades de empleo, la vivienda asequible y las redes de apoyo social.

Es vital reconocer las diversas barreras que encuentran las personas con discapacidades físicas para garantizar caminos hacía un estilo de vida activo y satisfactorio. Al identificar y comprender exhaustivamente estos obstáculos, podemos trabajar en colaboración para desarrollar estrategias efectivas para superarlos en nuestros talleres REMIND. Al ser lo más inclusivos posible, podemos promover una mayor independencia, bienestar y calidad de vida en general para las personas mayores y otras personas que experimentan las limitaciones descritas anteriormente. Este capítulo le enseñará sobre las diferentes formas de limitaciones y/o dificultades que sus participantes pueden encontrar para que esté preparado para satisfacer las diferentes necesidades en sus cursos.

a) Dificultades físicas y psicológicas.

Vivir con discapacidades físicas y limitaciones puede afectar profundamente la capacidad de participar en las actividades cotidianas. Por ejemplo, la movilidad restringida debido a lesiones o afecciones congénitas puede dificultar el disfrutar de las actividades físicas, deportes o regímenes de ejercicio. Adaptarse a ayudas como sillas de ruedas o prótesis también puede ser un desafío. Se suele hablar de diferentes tipos de limitaciones. Sin embargo, a veces se entrelazan: por un lado, tenemos los factores de salud física y, por otro, los factores emocionales y psicológicos. 

Los problemas de salud y las enfermedades pueden presentar limitaciones significativas en las actividades diarias. Las afecciones como el dolor crónico, la fatiga, las enfermedades cardíacas o los problemas respiratorios pueden reducir la capacidad de una persona para realizar ejercicio físico o deportes. Además, estos problemas de salud pueden agotar los niveles de energía y el bienestar general, lo que dificulta el mantenimiento de un estilo de vida activo. Comprender cómo diversos problemas de salud y enfermedades afectan la vida diaria es crucial para diseñar intervenciones y estructuras de apoyo apropiadas. 

Más allá de las limitaciones físicas, los factores emocionales y psicológicos pueden crear obstáculos para participar en las actividades diarias y mantener un estilo de vida saludable. El estrés, la ansiedad y la depresión pueden disminuir la motivación y dificultar la participación en actividades físicas, deportes o rutinas de ejercicio. Además, el miedo a las lesiones, la baja autoconfianza o los sentimientos de aislamiento pueden contribuir a la disminución de los niveles de actividad. Las limitaciones de tiempo también pueden inducir estrés psicológico, lo que impide la adopción de un estilo de vida activo.

Al comprender la variedad de desafíos físicos y psicológicos que enfrentan las personas, se pueden desarrollar sistemas de apoyo e intervenciones adaptados para ayudar a superar estos obstáculos y cultivar el bienestar en la vida diaria.

b) Desafíos sociales y ambientales

La falta de apoyo social o las conexiones sociales limitadas pueden provocar sentimientos de aislamiento y un ánimo reducido para participar en las actividades diarias. Esto puede resultar en un estilo de vida «asentado», lo que significa que las personas dejan de salir del entorno al que están acostumbradas/cómodas y desarrollan una aversión o un miedo a probar cosas nuevas. Potencialmente, esto puede conducir a efectos negativos para la salud. 

La interacción social y el apoyo son fundamentales para dar forma a las rutinas diarias y al bienestar de una persona. Los miembros de la familia y las amistades pueden ofrecer aliento, motivación y un sentido de responsabilidad, ayudando así a realizar actividades físicas y superar diversos obstáculos. Las investigaciones indican que las redes sociales sólidas influyen positivamente en la participación en actividades físicas y ayudan a superar barreras comunes como la falta de motivación o el miedo a las lesiones.

Las preferencias e intereses personales son otro factor que se debe considerar, ya que influyen significativamente en la disposición de participar en las actividades físicas. Las personas están más dispuestas a participar en actividades que disfrutan, lo que lleva a un estilo de vida más activo. Sin embargo, el acceso limitado a las actividades preferidas puede disminuir la motivación para hacer ejercicio regularmente. Los bajos niveles de energía también afectan a algunas personas, por ejemplo, debido a un sueño insuficiente, estrés o afecciones médicas. Estos pueden causar que las personas se sientan cansadas e incapaces de hacer ejercicio regularmente. Algunas personas, especialmente si son mayores, pueden rehuir las actividades físicas debido a preocupaciones sobre lastimarse o agravar las condiciones de salud existentes. Además, el costo puede ser una barrera para acceder al transporte público, la atención médica u otros servicios profesionales.

Los elementos ambientales pueden facilitar o dificultar la participación en actividades diarias. El transporte, por ejemplo, influye en el acceso a instalaciones y eventos comunitarios. Desafíos como el transporte público insuficiente, las vías inaccesibles o la falta de rutas seguras para caminar o andar en bicicleta pueden limitar las oportunidades de participación en actividades físicas. Además, factores como barrios inseguros y la ausencia de espacios públicos para deporte o recreación también son relevantes.

Comprender las barreras y preferencias personales y adaptarlas como instructor permitirá que las personas se ajusten a las actividades diarias y adopten hábitos más saludables y un estilo de vida más activo.

c) Desafíos en las actividades diarias 

Participar en las tareas domésticas como limpiar, cocinar y lavar la ropa es parte integral de la vida diaria. A medida que las personas envejecen, esas tareas se vuelven más difíciles y presentan desafíos. Según la Clasificación Internacional del Funcionamiento, la Discapacidad y la Salud, la capacidad de gestionarlas de forma independiente es clave para mantener un estilo de vida saludable. Contribuye significativamente a la sensación de independencia y bienestar de una persona. 

Las actividades instrumentales como las compras, la gestión financiera y el transporte son un poco más intrincadas que las tareas domésticas básicas, pero siguen siendo imprescindibles para el funcionamiento diario. Estas actividades exigen un mayor nivel de función cognitiva y habilidades de resolución de problemas. La capacidad de ejecutar tareas instrumentales de forma independiente es esencial para preservar la autonomía.

El entrenamiento de mindfulness también puede apoyar a las personas y ayudarlas a mantener (o incluso fortalecer) su autonomía.

Desafíos, estrategias y soluciones

Ahora que conoces los desafíos que las personas podrían enfrentar, es momento de buscar soluciones. Al navegar por las actividades diarias, muchas personas encuentran obstáculos que pueden afectar su calidad de vida. Es vital evaluar estos desafíos y desarrollar estrategias para superarlos de manera efectiva.

Una de las principales áreas de dificultad radica en la movilidad, que puede dificultar la participación en las actividades físicas. Para abordar los problemas de movilidad, aquí hay algunas sugerencias para superar las barreras a la actividad física:

• Modificar las actividades para adaptarlas al nivel de habilidad de cada uno.
• Explorar ejercicios alternativos que puedan ser más adecuados.
• Incorporar dispositivos de asistencia a medida que sea necesario.

Al enfrentar los desafíos en las actividades diarias, es muy importante establecer metas realistas basadas en las habilidades y recursos de cada persona. Repartir los objetivos en pasos manejables y monitorear el progreso de manera consistente puede aumentar la confianza y fomentar una sensación de logro. Para garantizar un establecimiento de objetivos eficaz, ten en cuenta los siguientes consejos:

• Ayudar a que los alumnos dividan los objetivos en pasos más pequeños y alcanzables.
• Supervisar periódicamente el progreso y ajustar los objetivos según sea necesario.
• Procurar la ayuda de profesionales cuando sea necesario.

Al adoptar un enfoque proactivo e integral para evaluar y superar los desafíos, las personas pueden mejorar su calidad de vida en general y realizar las actividades diarias de manera más efectiva. También es importante celebrar pequeñas mejoras.

Los desafíos en las actividades diarias pueden variar significativamente según la edad y el género. Por ejemplo, los adultos mayores pueden tener limitaciones físicas debido a condiciones de salud relacionadas con la edad, lo que requiere modificaciones para mantener el bienestar. Las diferencias de género también pueden influir en los desafíos de la actividad, como en el caso de las mujeres que gestionan el cuidado de la familia o las responsabilidades domésticas junto con otras obligaciones, lo que puede conducir al estrés y al tiempo limitado para el autocuidado. 

Recuerda que, para algunas personas, realizar tareas se vuelve más difícil con la edad, consumiendo bastante energía. Lo mismo ocurre con las personas con discapacidades, muchas de las cuales son mayores. Enfrentan desafíos únicos en las actividades diarias debido a limitaciones físicas o barreras sociales. Para promover la inclusión y la igualdad de oportunidades, las estrategias de adaptación y las instalaciones accesibles son esenciales:

• Programas de ejercicios personalizados que atienden a necesidades de discapacidades específicas.
• Infraestructura y transporte público accesible.
• Provisión de equipos de adaptación y tecnologías de asistencia.
• Factores culturales y socioeconómicos

Las disparidades culturales y socioeconómicas pueden afectar significativamente los desafíos de la actividad diaria. Abordar estas diferencias es clave para mitigar las disparidades en salud y garantizar oportunidades equitativas para todas las personas. Las estrategias para abordar las disparidades pueden incluir:

• Iniciativas impulsadas por la comunidad para aumentar el acceso a los recursos.
• Esfuerzos de promoción de la salud sensibles a las culturas.
• Programas económicos destinados a fomentar la equidad social y reducir las barreras para la participación en las actividades diarias.

Ejercicio:

Preguntas Reflexivas

• ¿Cómo influyen tus propias identidades y experiencias en tu abordaje hacia la inclusión y la interseccionalidad?
• ¿Qué estrategias específicas implementarás para crear un entorno de taller más inclusivo e interseccional?
• ¿Cómo puedes continuar aprendiendo y creciendo en tu comprensión de la diversidad, la equidad y la inclusión?

Construir una comunidad de apoyo plantea ciertos desafíos. Formar parte de una comunidad que no se alinea con los propios valores o intereses puede dar lugar a la desconexión y a la pérdida de oportunidades y beneficios. Por lo tanto, es clave explorar diferentes opciones y dedicar tiempo a comprender la dinámica de las comunidades potenciales para que todos puedan formar parte de ellas.

Por qué debemos crear entornos inclusivos y de apoyo

Crear una comunidad de apoyo dentro de un entorno de taller es importante por varias razones: 

• Una comunidad de apoyo fomenta un entorno en el que los participantes se sienten cómodos para hacer preguntas, compartir ideas y buscar comentarios. Esto promueve la participación activa y facilita una comprensión más profunda del contenido del taller. Sentirse el apoyo de los compañeros y facilitadores puede aumentar la motivación de los participantes en las actividades del taller. 
• Una comunidad de apoyo anima a que las personas se mantengan involucradas y comprometidas con el proceso de aprendizaje. También favorece la colaboración entre los participantes, fomentando oportunidades para la creación de redes y el intercambio de conocimientos. Los participantes pueden aprender de las experiencias, perspectivas y conocimientos de los demás, lo que mejora la experiencia de aprendizaje. 
• Una comunidad de apoyo crea un entorno emocional positivo en el que los participantes se sienten valorados, respetados y aceptados. Esto contribuye a un sentido de pertenencia y bienestar, reduce el estrés y la ansiedad asociados con aprender nuevos conceptos o habilidades. Dicha comunidad también ayuda a los participantes a desarrollar habilidades sociales esenciales como la comunicación, la colaboración y la empatía. 

Estas habilidades son valiosas no solo en el entorno del taller, sino también en contextos profesionales y personales. Esto también mejorará las tasas de retención y finalización del taller al fomentar un sentido de responsabilidad y ánimo entre los participantes. Sentir el apoyo de los compañeros y facilitadores motiva a las personas a persistir en los desafíos y completar el taller con éxito. 

Sin olvidar, las conexiones y relaciones formadas dentro de una comunidad de taller pueden tener un impacto duradero más allá del taller en sí. Los participantes pueden continuar apoyándose mutuamente aún después de que finalice el taller, lo que lleva a un aprendizaje y crecimiento continuos, que también combate el aislamiento social.

Cómo crear entornos inclusivos y de apoyo

Crear una comunidad de apoyo dentro de los entornos de los talleres implica fomentar un entorno en el que los participantes se sientan valorados, respetados y empoderados para compartir abiertamente sus pensamientos, experiencias e ideas. Estas son algunas estrategias para ayudarte a lograrlo:

Enfoque sensible al Trauma: Comprende que cualquier participante puede haber experimentado un trauma en su vida. Adoptar un enfoque sensible al trauma significa reconocer la presencia de síntomas relacionados y entender el papel que el trauma puede jugar en la vida de una persona. Asegúrate de garantizar la seguridad física, psicológica y emocional de todos los participantes.

Ser sensible a los signos de angustia: Infórmate sobre los signos de angustia emocional y las reacciones al trauma. Si notas que un participante tiene dificultades, ofrécele discretamente apoyo o un descanso de la actividad. También es útil tener un espacio privado disponible donde alguien pueda ir si necesita un momento apartado del grupo.

Seguimiento: Si un participante muestra signos de angustia durante o después del taller, realiza un seguimiento para ofrecer apoyo o recomendar ayuda profesional si es necesario.

Establecer expectativas claras: Al inicio del taller, establece expectativas claras para el comportamiento y la comunicación. Enfatiza la importancia de escuchar activamente, respetar diversas perspectivas y proporcionar comentarios constructivos.

Crear un espacio (más) seguro: Fomenta una atmósfera de confianza y seguridad psicológica en la que los participantes se sientan cómodos para expresarse sin temor a ser juzgados o ridiculizados. Promueve el diálogo abierto y garantiza la confidencialidad cuando sea apropiado.

Generar confianza y comprensión: Dedica tiempo a actividades rompehielos y de formación de equipos para ayudar a los participantes a conocerse y establecer buenas relaciones. Anima a tus alumnos a interactuar durante los descansos o actividades grupales para fortalecer las conexiones entre ellos.

Fomentar la participación: Solicita activamente la opinión de todos los participantes y abre oportunidades para que todos contribuyan a las discusiones y actividades. Utiliza un lenguaje inclusivo y técnicas de facilitación para asegurar que los participantes más callados o menos seguros se sientan animados a hablar.

Proporcionar comentarios de apoyo: Ofrece comentarios constructivos de manera comprensiva y no amenazante. Concédele importancia a las fortalezas y áreas de mejora, y anima a los participantes a apoyarse mutuamente en su crecimiento y desarrollo.

Abordar el conflicto de manera positiva: Fomenta la comunicación abierta, la empatía y la disposición para escuchar diferentes perspectivas para resolver los conflictos y fortalecer la comunidad. Reconoce y aborda los conflictos o desacuerdos de manera respetuosa y constructiva. Invita a los participantes a comunicarse abiertamente y trabajar en soluciones mutuamente aceptables. No ignores el conflicto, ya que esto puede percibirse como indiferencia hacia la víctima y generar un sentimiento de soledad. Si no estás seguro de cómo reaccionar, pregunta a la persona en privado cómo se siente y cómo puedes apoyarla. También puedes pedir la opinión de otros instructores.

Celebrar la diversidad: Reconoce y celebra la diversidad de experiencias, orígenes y perspectivas entre los participantes. Incorpora actividades o discusiones que resalten la riqueza de la diversidad y promuevan la comprensión y el aprecio. Ten en cuenta la diferencia entre apreciación cultural y apropiación cultural. (Se proporcionan más recursos sobre este tema a continuación.)

Proporcionar recursos y apoyo: Ofrece recursos, herramientas y servicios de apoyo para ayudar a los participantes a superar los desafíos u obstáculos que puedan encontrar durante o después del taller. Conecta a los participantes con redes de apoyo o recursos comunitarios relevantes según sea necesario.

Animar a los alumnos a mantenerse conectados: Mantén la comunicación con los participantes después del taller, por ejemplo, mediante un desayuno mensual organizado por todos, para todos. Esto ayuda a reforzar las relaciones y continuar el sentido de comunidad desarrollado durante los cursos. También es una excelente oportunidad para proporcionar información e inspiración para el aprendizaje continuo, la colaboración y el networking.

Al implementar estas estrategias, podrás crear una comunidad de apoyo dentro de los talleres en la que los participantes se sientan valorados, respetados y empoderados para aprender y crecer juntos.